La espondilitis anquilosante es una enfermedad reumática crónica que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral pero también de otras articulaciones como los hombros, las caderas, las rodillas o los tobillos.
Las articulaciones tienden a soldarse entre sí (de ahí el término anquilosante) y provocan una pérdida de flexibilidad en la columna vertebral que se queda rígida.
Se manifiesta mediante brotes o ataques de inflamación en las articulaciones siendo los síntomas más habituales:
En el período entre los ataques el paciente no suele presentar síntomas y mantiene una actividad cotidiana normal.
TRATAMIENTO
No hay remedios directos y definitivos para curar la espondilitis aunque sí existen una serie de medicamentos eficaces y técnicas de rehabilitación que alivian el dolor y permiten una buena movilidad, con objeto de lograr una buena calidad de vida.
El tratamiento es pues multidisciplinar interviniendo reumatólogos, fisioterapeutas y dietistas.
El ejercicio moderado para mantenerse activo ayuda a promover la salud articular, potenciar la fuerza muscular y aumentar la flexibilidad y la resistencia.
El Pilates, técnica que se utiliza como tratamiento y prevención de problemas de espalda, es más que recomendable ya que desarrolla la musculatura interna del abdomen, lo que nos aporta estabilidad del cuerpo y aumenta el equilibrio corporal y la flexibilidad de la columna vertebral.
El fisioterapeuta es el profesional sanitario más indicado para proponer un programa de ejercicios y estiramientos adaptándose a la capacidad de cada paciente y al momento evolutivo de la enfermedad en el que se encuentre.
También enseña al enfermo higiene postural, corrigiendo posturas viciadas adoptadas al sentarse, estar tumbado, etc., que pueden provocarle limitaciones futuras.
Por otra parte el fisioterapeuta aconseja al enfermo sobre los deportes que permitan la extensión de la espalda, manteniendo movilidad de los hombros y caderas y que son muy convenientes para estos casos.
Y, por último hará un seguimiento de la evolución en cuanto a la flexibilidad, el estado de las articulaciones y el dolor.
Es muy importante pues que el paciente sea consciente que la fisioterapia es fundamental y debe ser continua en su vida para lograr que los resultados del tratamiento físico sean lo más eficientes posibles.
Para los afectados por esta enfermedad, aparte de mantenerse activos físicamente, es muy importante seguir una dieta saludable.
Un especialista en dietética detectará si tiene sobrepeso, con lo que deberá perder peso para aliviar la presión en las articulaciones.
Además prescribirá dietas compuestas de los alimentos más adecuados para.
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